domingo, 30 de agosto de 2009
11--12
Por Dios!, siempre las mismas conversaciones de los hijos, las herencias, los dolores aquí o acullá. El prefería vestirse bien con todo lujo de detalles, su americana, sus pantalones con la raya omnipresente, su buena corbata de seda y ver televisión en el recibidor de arriba, donde apenas había gente, su soledad relajante y silenciosa le hacían volver a los escenarios, los figurines, las perchas vacías, el maquillaje, las mascaras de las Tragedias Griegas. Mérida, El Lara , El María Guerrero, El Español, El Eslava, El Apolo y su amado Nacional São Carlos.
María le llevó la merienda, Hola José Luis, aquí te traigo el café con leche.
Él tomó un sorbo, mientras María salía de la salita.
Agua sucia! En lugar de café con leche! Hank! Y además como siempre le falta azúcar ¡!!,
Viejo cascarrabias!!, masculló Maria mientras tomaba el ascensor.
11¿{15
El de la entrega a los hijos,
El de la boca firme y tersa, voluptuosa.
El de los años en los ojos y también la sonrisa de niña,
La voz de niña a través del aparato del teléfono,
La mujer-niña, la niña que es una mujer.
El de la alegría de tus ojos, infinitos entre encinas.
Y tus calderos de gazpacho y salmorejo entre las sabanas,
Disfrutando del cuerpo de Rubens, de Poussin
De tu obra de tierra, amor y vida.
De tus agobios, de tus calores a la luz de la tarde
Tomando una horchata en tu comedor reconvertido en tu estilo,
Flamenco, luz y amarillo, y aquella palmerita.
Que nudo gordiano nos ata
Que piensas en mi!, cuando tu estas en mi alma!.
10 ' 37
cálido como la luz de la luna,
La Luna de Agosto,
entre racimos y lianas
como tus ojos lluviosos,
ayer sumiso y dolorido
hoy, abierto y libre,
sonríe, vive, se muestra hermoso,
gime en un sin fin de placeres ayer desconocidos,
hoy irreductible a convencionalismos de tacañería pacata,
Tu fresco, y nuevo y joven, negro coño
me envuelve en un manjar de brumas cálidas,
como tus manos de fuego y de salud mágica
como tu boca, verdadera fuente de vida
me henchida el alma, me marea y me torea
y me lleva a donde ella dice: ¿allá? allí, ¿acá?, aquí.
Tu. Mujer, de perfume tierra, de historia amarga,
me llevas al puerto o la montaña cara a través,
o al desfiladero de cobre y oro entre abrazos de plata.
Coño dulce y negro, coño flexible y malva,
entre corrientes de marea baja.
sábado, 8 de agosto de 2009
La última muesca
Creó, en una carrera artística de 35 años, canciones famosas por su originalidad con raíces de estilos musicales tradicionales americanos. Trabajó con artistas de lo más variado en la música contemporánea, entre los que cabe destacar a Jack Nitzsche, Doc Pomus, Dr. John, Mark Knopfler, Allen Toussaint, Eddie Bo, Brenda Lee, Los Camperos de Nati Cano y David Hidalgo. Sus canciones están cargadas de ternura y romanticismo. Ritmos latinos, toques melancólicos de blues, doo wop, música cajun o cabaret francés e influencias del soul de los años 1980.
Falleció de cáncer de páncreas en la noche del 6 al 7 de agosto de 2009 en un hospital de Nueva York, su ciudad natal.[1] [2] "Willy DeVille se fue esta noche al lado de Edith Piaf, Jack Nitzsche y Johnny Thunders", comunicó la empresa organizadora de sus giras por Francia, Caramba Spectacles.[3] El artista padecia también hepatitis C.[1]
domingo, 19 de julio de 2009
12.29
Alguna vez se percató, que al acostarse, ya bien entrada la madrugada, aquel día no se había duchado y no se había cambiado de ropa. Toñi se lo advertía de vez en cuando, mamá que no te has cambiado!. La rabia la podía y así atacaba a su hija con otro desplante sobre ella, -Y tú no has recogido la cocina!!, Uhm.! Su hija no podía entenderla, ella se sentía bien, en aquel mundo nuevo por explorar, suplantaba su personalidad en un intento de quitarse los ropajes que ella no quería, su poca determinación, su baja autoestima, la dependencia de sus padres, su negativa a ser responsable de su vida y la de sus hijos, su miedo a crecer y convertirse en madre y mujer adulta. Qué bonitos aquellos días, los preparativos de la boda, la boda misma, el viaje de novios. Hasta que todo cambió. Pensaba que le había dado tanto, prácticamente todo. Le quería con cerrazón. Y Él tan solo desplantes, ruina y alcohol. No podía.
Prefería ser Martina , una chica de veinticinco y ser continuamente alagada por Rafa27, perseguida, floreada, acosada, amada con locura. Por fin las teclas las controlaba Ella. ¿Mi Mundo¿ pensaba mientras sorbía un poco de café y encendía el penúltimo cigarrillo.
11:10
Hicimos tortilla de patatas, ella picaba la cebolla con los ojos llenos de lluvia, yo batía los huevos, la ventana que da al jardín llenaba la cocina de un resplandor de haces de sol, los pinos imponentes nos miraban desde su actitud parsimoniosa, quieta, indolente, ella vestía un vestido de flores con los brazos al aire, su perfume de mujer llena, plena, libre. Su cuello libre de cadenas y de oscuridad. El huevo en el plato hondo se conjugaba con la sal, la patata se freía a fuego lento, tomando ese cariz cocido-frito, si pero no, el perfume del aceite se notaba en el ambiente y de la oliva recién cogida, los cuencos con el tomate, con las berenjenas y con los pepinillos no aguantaban las incursiones de mis dedos ladrones.El huevo ya reposando hacia pequeños circulitos, como un pequeño volcán después de derramar. Después de la cebolla bañarse en caliente mezclamos todo en la fuente redonda de panza de útero. La sartén, aquella vieja y negra sartén recibió nuestra mezcolanza deseosa de alojar divina ternura de cebolla, patata y huevo. Se abrazaban como se abrazan las personas que se quieren. Cuajando.
Apenas un par de vueltas, la jugosa tortilla reposando en el plato de la taberna, aquel que me traje cuando dejé de ser pinche. Le introduje con mis dedos en su boca una revoltosa aceituna, sus labios cálidos y húmedos.
20.fz.51
Tus andares, tu boca, tu voz clara, tu cabello de menina, tu sabor, tu olor, tus manos como caminos de pueblo rocoso y de medievo, tu chazina, tu dulce mirada, a veces perdida en paisajes misteriosos, mi nombre en tu boca, tu nombre por mi nombre en tu boca, tu cuerpo de aire y agua , de color claro, de fina seda, tu barbilla chocando con la mía, tu turquesa enlazada al cuello, tu viento cálido y húmedo, tu espera, tu paciencia, tu plaza en tu pecho, tu pecho en el mío, mi pecho en tu plaza de soldados petrificados, miles de árboles atónitos, la sangría de tu sonrisa: tenue, imperceptible, humana, verdadera, tu respiración tranquila, el encaje de bolillos de una tarde en la fila siete, tu, sola, disfrutando apenada, y las luces convergentes que lo amilanan.
Tu abrazo, tu beso, tu desnudez encendida, un niño grande que descansa.
Y tu amor, todo tu amor.
20ç46
Tardé en comprender lo que mis ojos veían: su cabello castaño, largo y perfumado como un campito recién refresco, sus manos me entregaban la suma de todos los días, -Sí por favor cincuenta en monedas de uno y cincuenta de cincuenta, de veinte, de diez y de cinco. Su peluquería estaba cruzando la calle esquina a Goya, hoy cuando entro al banco aun no se había cambiado, así que por la hora supe que llegaba con apremio. Yo como todos los días la atendía con sumo gusto, y deseaba con todas mis fuerzas que cuando la viera salir a eso de las diez treinta a desayunar, una vez que estaban sus empleadas, no hubiera mucha gente en la ventanilla, con un poco de suerte podría salir a tomar un café y un cruasán , con un poco de suerte habría un hueco en la barra junto a ella, con un poco de suerte vencería mi timidez y además de darle los buenos días entablaría una conversación para estar un ratito junto a ella. Con un poco de suerte ella no leería la prensa y no se enfrascaría con Mayte, la camarera, - Cuando vas a venir tienes las puntas quemadas. Con un poco de suerte tal vez ella se jaztaría de mi existencia. Con un poco de suerte.
11.07
Dá a surpresa de ser.
É alta, de um louro escuro.
Faz bem só pensar em ver
Seu corpo meio maduro.
Seus seios altos parecem
(Se ela estivesse deitada)
Dois montinhos que amanhecem
Sem ter que haver madrugada.
E a mão do seu braço branco
Assenta em palmo espalhado
Sobre a saliência do fIanco
Do seu relevo tapado.
Apetece como um barco.
Tem qualquer coisa de gomo.
Meu Deus, quando é que eu embarco?
Ó fome, quando é que eu como?
(Fernando Pessoa, 1888-1935, Portugal
Y la alegría de ella era la mía, desde su casa... de dos plantas junto a la bahía, verde, verde como su boca, como su gozo, como sus manos siempre inundadas. Vergel de lluvia y vida.Muito amor. El disfrute de la vida decía. Mariana.
10.24
Ibamos a la discoteca a bailar agarrados, sin embargo aquella tarde descubrirmos los latigazos del Rock britanico.
Su cuerpo henchido
11.09
Cuando llueve la gente coge el paraguas y cruza corriendo las calles, normalmente con una sonrisilla nerviosa. Así mismo cuando hay invitados se pone la mantelería del último cajón, la de hilo y las tazas reservadas en el estante, pasándole un paño para quitarle el polvo inapreciable. Cuando llegan algunos de ellos no quieren llegar y otros tantos están como locos porque se vayan. Sin embargo son cosas que se hacen sin la menor reflexión. El colindante de tu hermana habla y habla y habla, te cuenta lo del último modelo que se compró y te magnifica los pechos de alguien que desea pero que pasara por su vida sin disfrutar. Tu piensas en matarlo, en ahogarle con los pantys de la susodicha y dejarle asfixiado con la cabeza colgando de la cama. Igual que le tirarías a la cabeza la ultima trucha pescada por Él, con aquel ojo frito mirándote y que tu hermana colocó con todo su amor en un amplio plato Normalmente por urbanidad no dices lo que piensas, ni mencionas lo mal que le huele el aliento, ni que te aburre hasta la saciedad , ni que te cae mal, mas bien todo lo contrario, fuerzas una sonrisa que no tiene sostén ni en un cuadro de Leonardo. Lo mas corriente es despedirle en el porche saludando con una manita ?de Rey? y correr a tu rincón favorito a poner el disco de Youssou N'Dour featuring Neneh Cherry - 7 Seconds Otras veces , las menos, le matas en el lavabo de un cochambroso bar de carretera. Son las menos.
21.29
21.19
14.21
13.56
Sinead O'Connor
La bruma del tren se desparramó por el trozo de anden que aún veía a medida que subía por la escalera mecánica,poco a poco el triangulo visual que iba menguando me dejó esa sensación de un adios infinito y prolongado en el tiempo. Su recuerdo , ese recuerdo aún nuevo y fresco inundó mi pecho. Ella formaba parte de mi vida , de mi alma , de mi corazón. Jamás me habían querido tanto, un amor sin condiciones y luminoso como la luz de aquel día.
19.54
viernes, 13 de febrero de 2009
Yolanda
1 de Febrero de 1980
Yolanda González Martín , estudiante de primero de electrónica en el Instituto de Formación Profesional de Vallecas , dieciocho años en ese momento , militante de las Juventudes Socialistas de Vizcaya, afiliada a Comisones Obreras como trabajadora de limpieza. Asesinada por un comando fascista: Batallón Vasco Español
"Félix Pérez Ajero y Ricardo Prieto Díaz -miembros de Fuerza Nueva-, el policía nacional Juan Carlos Rodas Crespo y el guardia civil Juan José Hellín Moro, se quedan vigilando los alrededores del portal 101 de la calle Tembleque, mientras Emilio Hellín e Ignacio Abad secuestran a Yolanda. La llevan hacia San Martín de Valdeiglesias y allí, en plena carretera, le disparan dos tiros en plena sien -Hellín- y uno en el brazo -Abad-. En la más pura tradición de los paseos franquistas. El atentado lo reivindica el Batallón Vasco Español, que también a hecho lo propio con el asesinato en Eibar de José Miguel Zubikari, el mismo día 1 de Febrero. A Yolanda, probablemente, la asesinan pasadas las 24 horas, ya en el día 2". (1)
1) Extraído del libro: La sombra de Franco en la Transición, de Alfredo Grimaldos Feito. OBERON, Grupo Anaya.Tu voz y tu fuerza resuenan en mi alma y en mi memoria.
jueves, 29 de enero de 2009
Lejos
Lejos , los días de azul,
por una rendija inesperada
martes, 6 de enero de 2009
Chernóbil
Chernóbil
Ya no los niños,
ni los ancianos,
ni tu sonrisa cuando hacías el pan,
ya no vendrá papá
con el uniforme por la carretera nueva,
ni cantarán los pájaros,
ya no la vida,
ni el sonido de las bicicletas
ni el sol calentado al lagarto,
tan solo una lluvia marrón,
un frío en el tuétano
y el silencio y la quietud,
en el tobogán de la vida.
Que el olor a tierra mojada
y a guiso familiar
florezca en esta Tierra Ancha.!
como cuando nos encontramos.
jueves, 1 de enero de 2009
El hombre reglado
El hombre reglado
El hombre era reglado aunque taciturno, bostezaba después de la siesta, ya había recogido todos los enseres de la habitación y de la sala, las plantas estaban frescas y últimamente muy cariñosas a decir de la cantidad de capullos. Necesitaba hacer aquellas llamadas, sin embargo en un compromiso interno con poco estimulo, al cosa quedó en eso , llamaré si, pero no hoy, tal vez mañana, aunque tendría que haber llamado, la culpabilidad súbita quedaría sinuosa después de salir a hacer las compras. La tarde en la calle y ésta con aquella era un poco plomiza, el ruido característico del trafico rodado, la parada del autobús, los árboles despojados de algunas hojas, cada vez mas.
La señora estaba sentada en el asiento de la marquesina, se veía que acababa de arreglarse, todo en su justa medida, las dobleces perfectas de sus mangas, su pierna, una encima de la otra, su sonrisa recién pintada, asomaba una tranquilidad y un confort dentro de sí aquel ser, que no dejaba lugar a la duda. Hasta el hombre reglado llegaba el perfume, era dulce pero sin ser pastoso, fresco pero que se dejaba acariciar.
Para cuando llegó al almacén, la oscuridad se había tragado la poca claridad de la tarde que tanto gustaba al hombre reglado.
Quería, por favor un par de calcetines, no de hilo , ni de lana , por favor que sean frescos pero ponibles, que sean discretos , pero que no caigan como esas medias negras, de finísima estructura que nunca me gustaron. Sí me gustan estos con la boca fuerte pero que no se trasparentan ni tampoco agobian como los de lana.
Muchas Gracias