Fumaba como un carretero, Marlboro, tabaco mayor donde los hubiera, el cenicero siempre rebosante, el café con la leche condensada y un ictus de perdida en el espacio , su espacio interior, tecleteando continuamente el maltratado portátil. Chateaba y chateaba, horas y horas . Al levantarse , al acostarse, apenas dedicaba unas horas a limpiar la estancia y a preparar el sustento para sus hijos. Ella se daba cuenta y se sentía mal, sin embargo al inicio del siguiente instante, otra vez estaba inmersa en el enorme océano de las medio palabras enviadas al cesto de la Red Infinita.
Alguna vez se percató, que al acostarse, ya bien entrada la madrugada, aquel día no se había duchado y no se había cambiado de ropa. Toñi se lo advertía de vez en cuando, mamá que no te has cambiado!. La rabia la podía y así atacaba a su hija con otro desplante sobre ella, -Y tú no has recogido la cocina!!, Uhm.! Su hija no podía entenderla, ella se sentía bien, en aquel mundo nuevo por explorar, suplantaba su personalidad en un intento de quitarse los ropajes que ella no quería, su poca determinación, su baja autoestima, la dependencia de sus padres, su negativa a ser responsable de su vida y la de sus hijos, su miedo a crecer y convertirse en madre y mujer adulta. Qué bonitos aquellos días, los preparativos de la boda, la boda misma, el viaje de novios. Hasta que todo cambió. Pensaba que le había dado tanto, prácticamente todo. Le quería con cerrazón. Y Él tan solo desplantes, ruina y alcohol. No podía.
Prefería ser Martina , una chica de veinticinco y ser continuamente alagada por Rafa27, perseguida, floreada, acosada, amada con locura. Por fin las teclas las controlaba Ella. ¿Mi Mundo¿ pensaba mientras sorbía un poco de café y encendía el penúltimo cigarrillo.
domingo, 19 de julio de 2009
11:10
Hicimos tortilla de patatas, ella picaba la cebolla con los ojos llenos de lluvia, yo batía los huevos, la ventana que da al jardín llenaba la cocina de un resplandor de haces de sol, los pinos imponentes nos miraban desde su actitud parsimoniosa, quieta, indolente, ella vestía un vestido de flores con los brazos al aire, su perfume de mujer llena, plena, libre. Su cuello libre de cadenas y de oscuridad. El huevo en el plato hondo se conjugaba con la sal, la patata se freía a fuego lento, tomando ese cariz cocido-frito, si pero no, el perfume del aceite se notaba en el ambiente y de la oliva recién cogida, los cuencos con el tomate, con las berenjenas y con los pepinillos no aguantaban las incursiones de mis dedos ladrones.El huevo ya reposando hacia pequeños circulitos, como un pequeño volcán después de derramar. Después de la cebolla bañarse en caliente mezclamos todo en la fuente redonda de panza de útero. La sartén, aquella vieja y negra sartén recibió nuestra mezcolanza deseosa de alojar divina ternura de cebolla, patata y huevo. Se abrazaban como se abrazan las personas que se quieren. Cuajando.
Apenas un par de vueltas, la jugosa tortilla reposando en el plato de la taberna, aquel que me traje cuando dejé de ser pinche. Le introduje con mis dedos en su boca una revoltosa aceituna, sus labios cálidos y húmedos.
20.fz.51
Tus andares, tu boca, tu voz clara, tu cabello de menina, tu sabor, tu olor, tus manos como caminos de pueblo rocoso y de medievo, tu chazina, tu dulce mirada, a veces perdida en paisajes misteriosos, mi nombre en tu boca, tu nombre por mi nombre en tu boca, tu cuerpo de aire y agua , de color claro, de fina seda, tu barbilla chocando con la mía, tu turquesa enlazada al cuello, tu viento cálido y húmedo, tu espera, tu paciencia, tu plaza en tu pecho, tu pecho en el mío, mi pecho en tu plaza de soldados petrificados, miles de árboles atónitos, la sangría de tu sonrisa: tenue, imperceptible, humana, verdadera, tu respiración tranquila, el encaje de bolillos de una tarde en la fila siete, tu, sola, disfrutando apenada, y las luces convergentes que lo amilanan.
Tu abrazo, tu beso, tu desnudez encendida, un niño grande que descansa.
Y tu amor, todo tu amor.
20ç46
Tardé en comprender lo que mis ojos veían: su cabello castaño, largo y perfumado como un campito recién refresco, sus manos me entregaban la suma de todos los días, -Sí por favor cincuenta en monedas de uno y cincuenta de cincuenta, de veinte, de diez y de cinco. Su peluquería estaba cruzando la calle esquina a Goya, hoy cuando entro al banco aun no se había cambiado, así que por la hora supe que llegaba con apremio. Yo como todos los días la atendía con sumo gusto, y deseaba con todas mis fuerzas que cuando la viera salir a eso de las diez treinta a desayunar, una vez que estaban sus empleadas, no hubiera mucha gente en la ventanilla, con un poco de suerte podría salir a tomar un café y un cruasán , con un poco de suerte habría un hueco en la barra junto a ella, con un poco de suerte vencería mi timidez y además de darle los buenos días entablaría una conversación para estar un ratito junto a ella. Con un poco de suerte ella no leería la prensa y no se enfrascaría con Mayte, la camarera, - Cuando vas a venir tienes las puntas quemadas. Con un poco de suerte tal vez ella se jaztaría de mi existencia. Con un poco de suerte.
11.07
"(...) apetece como um barco (...)"
Dá a surpresa de ser.
É alta, de um louro escuro.
Faz bem só pensar em ver
Seu corpo meio maduro.
Seus seios altos parecem
(Se ela estivesse deitada)
Dois montinhos que amanhecem
Sem ter que haver madrugada.
E a mão do seu braço branco
Assenta em palmo espalhado
Sobre a saliência do fIanco
Do seu relevo tapado.
Apetece como um barco.
Tem qualquer coisa de gomo.
Meu Deus, quando é que eu embarco?
Ó fome, quando é que eu como?
(Fernando Pessoa, 1888-1935, Portugal
Y la alegría de ella era la mía, desde su casa... de dos plantas junto a la bahía, verde, verde como su boca, como su gozo, como sus manos siempre inundadas. Vergel de lluvia y vida.Muito amor. El disfrute de la vida decía. Mariana.
Dá a surpresa de ser.
É alta, de um louro escuro.
Faz bem só pensar em ver
Seu corpo meio maduro.
Seus seios altos parecem
(Se ela estivesse deitada)
Dois montinhos que amanhecem
Sem ter que haver madrugada.
E a mão do seu braço branco
Assenta em palmo espalhado
Sobre a saliência do fIanco
Do seu relevo tapado.
Apetece como um barco.
Tem qualquer coisa de gomo.
Meu Deus, quando é que eu embarco?
Ó fome, quando é que eu como?
(Fernando Pessoa, 1888-1935, Portugal
Y la alegría de ella era la mía, desde su casa... de dos plantas junto a la bahía, verde, verde como su boca, como su gozo, como sus manos siempre inundadas. Vergel de lluvia y vida.Muito amor. El disfrute de la vida decía. Mariana.
10.24
Ella era mas grande que yo y yo no era pequeño a decir del resto de comensales, ella era una chica grandona con su pelo castaño, los ojos grandes, la boca grande,los pechos grandes, me encantaba refugiarme en su pecho, axirme a su volumen como enterrenadome en su campo fresco y amplio, lleno de semillas, esperando a la lluvia de Abril para germinar en un canto de vida y gozo. Recuerdo su cabello liviano y cosquilleante al introcudirse en mi nariz. Juraria que se llamaba Andrea, mas no lo aseguro.
Ibamos a la discoteca a bailar agarrados, sin embargo aquella tarde descubrirmos los latigazos del Rock britanico.
Su cuerpo henchido
Ibamos a la discoteca a bailar agarrados, sin embargo aquella tarde descubrirmos los latigazos del Rock britanico.
Su cuerpo henchido
11.09
Cuando llueve la gente coge el paraguas y cruza corriendo las calles, normalmente con una sonrisilla nerviosa. Así mismo cuando hay invitados se pone la mantelería del último cajón, la de hilo y las tazas reservadas en el estante, pasándole un paño para quitarle el polvo inapreciable. Cuando llegan algunos de ellos no quieren llegar y otros tantos están como locos porque se vayan. Sin embargo son cosas que se hacen sin la menor reflexión. El colindante de tu hermana habla y habla y habla, te cuenta lo del último modelo que se compró y te magnifica los pechos de alguien que desea pero que pasara por su vida sin disfrutar. Tu piensas en matarlo, en ahogarle con los pantys de la susodicha y dejarle asfixiado con la cabeza colgando de la cama. Igual que le tirarías a la cabeza la ultima trucha pescada por Él, con aquel ojo frito mirándote y que tu hermana colocó con todo su amor en un amplio plato Normalmente por urbanidad no dices lo que piensas, ni mencionas lo mal que le huele el aliento, ni que te aburre hasta la saciedad , ni que te cae mal, mas bien todo lo contrario, fuerzas una sonrisa que no tiene sostén ni en un cuadro de Leonardo. Lo mas corriente es despedirle en el porche saludando con una manita ?de Rey? y correr a tu rincón favorito a poner el disco de Youssou N'Dour featuring Neneh Cherry - 7 Seconds Otras veces , las menos, le matas en el lavabo de un cochambroso bar de carretera. Son las menos.
21.29
Estuvo todo el día sin hablar con nadie, por la mañana hizo una limpieza a fondo del gabinete, recogió todas las piedras y las lavó con agua y sal, desinfectó las toallas, las sabanas de la camilla, desempolvó los cuadros con las imágenes de sus viajes, desenganchó los visillos y los lavó con mimo y cariño. A la tarde después de tomar un plato de pasta se echó un rato en el sofá, el teléfono no sonó en ningún momento , todo su entorno sabía que cuando decía que quería silencio , quería decir eso: Silencio y soledad. Los ruidos de la calle quedaban lejos y atenuados por un ensimismamiento preciso y confortable. Se duchó entorno a las seis y media de la tarde y estuvo un buen rato cepillando su rubia y platina cabellera.
21.19
Tu gaviota, mi gaviota, tu calle infinita, todos los negros portales, los pasados años ajenos, los ojos de los niños de la calle, el dolor y la sangre, el olor a pesca, el olor a mujer, el olor a historia, el acordeón y el fender, el Oporto y el Madeira. El ruido a hierro con oxido rozando, y las manos, tus manos.
14.21
Estaba enfadada, un enfado indisimulable, yo había bebido mas de la cuenta y además me tocó al lado de Raquel, con lo que eso significaba para Ella.Se fue al baño mientras yo encendía un jugoso Don Julian, Raquel la acompañó en un ejercicio de compensación caritativo. El camarero me llenó la copa guiñándome un ojo. Qué! no parece que la Señora este pasándolo muy bien? . Yo encogí los hombros sin mediar palabra y mojé la mordida punta del puro en la copa. La copa estaba exquisita, el puro supremo.
13.56
Sinead O'Connor
La bruma del tren se desparramó por el trozo de anden que aún veía a medida que subía por la escalera mecánica,poco a poco el triangulo visual que iba menguando me dejó esa sensación de un adios infinito y prolongado en el tiempo. Su recuerdo , ese recuerdo aún nuevo y fresco inundó mi pecho. Ella formaba parte de mi vida , de mi alma , de mi corazón. Jamás me habían querido tanto, un amor sin condiciones y luminoso como la luz de aquel día.
19.54
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