
Todas sus manias estaban representadas en su gabinete, todo en orden, limpio como el jaspe, cientos que parecian miles de detallitos adornos, las imagenes de su equipo a doquier, toda una horterada. Su mujer le había dejado por imposible, hacía ya años que se dio cuenta de que era perder el tiempo explicandoselo, ella y la hija de ambos, decian... Síii Papá!!

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